Este post no incluye ningún enlace patrocinado ni contenido promocional alguno el aparato reseñado ha sido adquirido en euros en un colmado asiático.
Este es el soplador que cito en el post anterior sobre cómo bajar la temperatura del PC y que decidí reseñar aparte para no engordar demasiado ese texto.
Me decidí a pillarlo porque los botes de aire comprimido, aunque eficaces, suponen un chorreo de euros y encima contaminan, como recuerda Santino.
En aspiración concentra la porquería en la rejilla y hay que andar quitándola cada dos minutos.
Eso sí, soplar sopla que da gusto, que es de lo que se trata. Para eliminar polvo, pelos y otras basurillas acumuladas es perfecto porque puedes limpiar lugares solo accesibles desmontando piezas.
El embalaje general era un poco trapero
Esto es lo que había en la caja: una brocha, el manual en chino (aunque incluye una hojita con una traducción regulera en español e inglés), un recambio de escobillas para el motor, el tubo de soplar, una bolsa/tubo para alojar la mierda por si lo usas como aspirador y un adaptador de corriente porque el enchufe no es europeo.
Las escobillas se cambian fácilmente quitando dos tornillos a la derecha del aparato, cerca del motor.
El pincel llegó roto porque hasta la madera del palo de un polo es más dura que la del mango que montaba.
El soplador está fabricado en un plástico regulero y, aunque parece más o menos duro, no apostaría muy fuerte a que pudiera sobrevivir a una caída desde una altura media.
Se trata de un aparato que se anuncia como «Ventilador eléctrico de mano, soplador de aire, soplador de hojas para jardín para limpieza de computadoras, aspirador de ordenador» y se vende por unos 38 euros, pero rebuscando se puede encontrar el mismo modelo, o muy similar, hasta 10 o 12 euros más barato bajo otras marcas que se copian entre ellas.
Y sí, aunque se puede usar como aspirador no se aconseja aspirar para limpiar un ordenador porque puede derivar en desastre y porque el cacharro tampoco aspira bien. Sí aún así quieres usarlo como aspirador basta poner la bolsa en lugar del tubo y el tubo en la salida lateral.
El tamaño es correcto. No es aparatoso ni demasiado pequeño. Es ligero y manejable.
Ya he dicho que sopla bien, pero insisto, sopla muy fuerte y lo notas enseguida solo por el ruidazo que suelta. A poco que te descuides puedes poner a orbitar cualquier objeto pequeño o mediano, como por ejemplo un móvil. Si soplas muy cerca se elevará y emprenderá el vuelo hacia lo desconocido. Doy fe.
Es por eso que hay que andarse con mucho ojo y no soplar demasiado cerca de ventiladores, conectores, cables o cualquier otra pieza móvil o sensible cuando se limpia una caja de ordenador.
Lo aconsejable es limpiar primero con una brocha pincelito, bastoncillos o paños y retirar lo más gordo para tener menos mierda en suspensión cuando procedamos a soplarlo.
Para que se hagan una idea, este es el aspecto que presentaba un ventilador asistente de la placa, que para colmo viene protegido y tapado para impedir que acumule polvo. Toda esa porquería se ha acumulado en apenas tres meses.
Ahí va el zoom para que aprecien la textura, cantidad y cantidad de esta amalgama de pelos de gato y otros mamíferos de la casa, polvo, pelusas y cuerpos volantes sin identificar.
Ahora, sí. Vamos a por la fiera de los vientos.
Su uso no tiene misterios. Sólo tiene un botón. Al presionar sopla. A su lado hay otro botoncito que bloquea el botón para soplar sin pausa. No se recomienda usarlo a piñón fijo porque con su soplado salvaje se calienta enseguida y sospecho que podría autodestruirse.
Y aquí dejo un vídeo breve de su uso para que al menos escuches cómo suena.
No levanta mucho polvo porque hace apenas una semana que lo había limpiado a fondo, pero si tu máquina está muy sucia lo suyo es que la soples en la calle o en una terraza si no quieres que la mugre quede repartida por todos los rincones de la casa.
El soplador posando orgulloso ante el último pelusón que extirpó.